28/12/09

Lástima que terminó..., por Hervé Tusak


Recibo la noticia, infausta, en medio de mis concentradas labores, en esta mañana espléndida, de las pocas que van quedando antes del descalabro mayor que significa el veraneo. Un pitido del celular, la pantallita que parapadea anunciando el nombre de mi buen amigo Luis. Poner en serio riesgo (sino derechamente sacrificar) los 114 pesos de su prepago habla a las claras de un tema mayor. Tal cual: la Agrupación Isla Negra acaba de fenecer. Cesó sus funciones, bajó cortina, me informa, de manera enteramente ignominiosa. Pocas veces el término "entre cuatro paredes", según él, se pudo emplear con mayor justeza. Claro: reparo que yo mismo pertenecía a la agrupación de marras (incluso por un breve período llegué a ocupar un cargo de cierta relevancia en su directiva). Ahora todo se ha acabado. Nadie supo, nadie se enteró sino hasta que los hechos estaban ya consumados. ¿Tú supiste?, es lo último que le alcanzo a oír decir justo antes que el prepago diga chauchera. La conversación queda suspendida. Me veo obligado a echar a andar la maquinita para poner en letras mis (inesperadamente sentidos) descargos.
La decisión tomada a una hora incierta de anoche -entre tintólios enchulados con frutilla que no bebimos, o más bien, no fuimos invitados a beber- alcanza cierta repercusión. No se puede hablar aquí del fin -de soberana arbitrariedad- de un colectivo social provinciano cualquiera, equivalente en peso y médula al centro de madres n°327 de Contulmo pa' adentro, con todo el respeto que me merezcan conglomerados de ese tipo. Aquí estamos hablando de la agrupación que nace dentro de un perímetro de tierra patria de imbatible prestigio -literario, artístico, cultural- integrado por algunas de las cabezas (o, si se quiere, personalidades) más preclaras, todo para generar proyectos de envergadura, de nivel, en una palabra, para seguir abonando el campo, para mantener a flote la (secreta) dignidad de una comunidad no elevada en número, pero sí -y con creces- en enjundia. Tampoco se trata -trataba, a estas alturas- de un grupito formado al amparo del Café de la Dama ni nada parecido: acá adentro había individuos de trayectoria vigente, activos, creativos a tope, no solamente diestros en el arte de dejar caer por el garguero mostos de las más variadas alcurnias y repasar con aletargado ritmo las cuitas de un pasado "comprometido y combativo". Se podría haber llegado a decir que el Vate estaba feliz con lo que se hacía, con lo que hacíamos. Ese toque. Pero ahora todo llegó a su fin. Se bajó cortina, lo repito. Me imagino que tal vez entre dos o tres tuvieron que hacer fuerzas para lograr bajar esa cortina que se negaba a estirarse por última vez.
¿Qué se puede hacer ahora? Averiguar al menos quién fue el de la guadaña. O dar la postrera pelea para que ese data-show -exclusivo patrimonio agrupativo- quede en "buenas manos"...

23/12/09

Felices Fiestas


Los sinceros deseos de El Batallador...

18/12/09

El Maestro convoca a los Leudantes (Lectura para Domingo de Carozos)

"[...]Más fácil veréis una aguja en el ojo de un camello y no la astilla de un rico en la viga del pajar... Mas, no importa...Ya veréis al Hijo venir, Uds. en su imperfección". Y agregó: "Veréis el abismo y al demonio en sus cadenas... Pecados grandes, pecados pequeños, me duelo os veros pecar y padecer."
Dicho esto, quedó con la vista fija en el olivo.
"¡¡Maestro!!", dijeronle los pescadores, haciendo forzadas reverencias. "¡¡Maestro!! Mas, ¿qué palabras para un Domingo de Andamio? Parecen más bien de retórica reprimenda, a tus pobres siervos que apenas por dos dinares han obrado, sin queja, sin peces y sin grano."
Mirolos el Maestro, con cierta ternura, y recogiendo un puñado de levadura, depositándola lentamente dentro de la noria, y levantado ambas manos al cielo, les dijo [después de un silencio, que pareció eterno]:
-Agarrensen [sic] de las manos... Y vengan todos conmigo... Agarrensen [sic] de las manos y vengan todos conmigo...
Y así se fueron camino a Galilea, cantando y bailando.

14/12/09

El Partido más votado, lejos, la UDI, por Hervé Tusak


Un 24 y tanto % en las votaciones del domingo no es gran gran cosa, me espeta más de alguno. Pero, igual: en términos comparativos, dentro del cuadro de la realidad política local, es, con holgura, el más votado. El partido más popular de Chile es, pues, con todas sus letras, la UDI (vuelve a serlo, se consolida como...) El titular que alcanza la difusión internacional a la hora del balance nos lleva, casi de cajón, a la pregunta -tanto a cualquiera de nosotros como al observador extranjero atento a los vaivenes de nuestra política patria-: ¿qué pasa entonces que desde sus filas no se eleva una de sus figuras para las presidenciales? ¿En qué están que no echan mano a ese Coloma, Larraín u Orpis (todos archi-imbatibles en sus reductos) a un plano -o status- más alto? Tu país viró a la derecha, como es típico tras un largo período de dictadura socialistoide, me comenta con enervante simplismo un amigo parisino por el chat. Pero, ¿es tan así? El candidato presidencial de la derecha es, de hecho, de la otra colectividad, y que al menos aclara que votó NO para el plebiscito del 88. De este otro lado, desde la popular UDI, nadie aclara nada parecido porque ninguno de ellos podría hacerlo: fueron todos pinochetistas acérrimos. Colaboradores, empleados, funcionarios, exégetas. Derecha dura.
Caprichos de este sistema de la democracia: la oferta es amplia, el abanico es amplio, las categorías no mueren en una sola; son varias: desde el caudillo mayor, pasando por los intermedios, hasta los mini-caudillos, a nivel ya casi doméstico. Larraín u Orpis gobiernan sin contrapesos en el Maule o los páramos semi desérticos de Combarbalá; falta todavía para que aspiren a hacerlo a nivel global, a nivel nacional. Ahí, en ese plano intermedio podemos todavía nosotros, como electores, permitirnos conductas un pelín más retro, conservadoras, aburguesadas. Momias, como le habría escuchado decir a mi tía Clarisa.
La UDI, por mientras, es imbatible. Hemos hecho bien las cosas, es más que lógico esperar que así se auto-congracien en sus reuniones internas. Somos el cambio que tú quieres, el cambio popular.

4/12/09

El Maestro habla a los Ayalas (Cuatro monedas en la fuente) Lectura de domingo de Raviolos


Se adelanta la lectura del Domingo, por ser el lunes día de "San Cristóbal el descubriente"

"Ánimo...Ánimo!" díjole el Maestro al menesteroso, ciego y cojo..."Tu fed [?] te ha sanado..."
"Pero cómooo?....Maestro, si llevo así casi catorce años y ni siquiera en fonasa me atención dadme, he padecido como padeció aquel, que sin ver viese y como el que en loca carrera su cuerpo estrellase! [o sea ver estrellas] en el muro, sus lamentos. Mi cuerpo maltrecho soporta sin gloria: desprecios e insultos, que por entretened otros propinan a este pobre ciervo."
El Maestro lo miró fijamente [fixamente se le dice también] y de la cesta tomando una hogaza de pan partiola en tres diciendo:
"¿Sois hijos de Israel?...Pues ved y comed que como al sediento os será dado, mas si por porfía ocultases el martillo, la vid y la simiente, entonces, no preguntéis al enfermo. Id, id por el camino a Jericó y llevad el cordero pascual con vosotros".
Y rasgando un trozo de paño, cerró los ojos y dijo:
"¡Mi sangre es bebida!"
Los labriegos, el menesteroso y otros aldeanos se retiraron cabizbajos diciendo:
"Está bien... chis!...pero y nosotros ¿¿cuándo??..."

3/12/09

Aclaración y Anuncio, por Hervé Tusak


Acepté participar en este blog porque, antes que nada, me di el trabajo de acercarme al Editor para aclararle ciertos puntos. Mis puntos. Una charla entre dos criaturas con mediano recorrido hace todo más sencillo. Tú sabes, le dije, esforzándome por un tono de los menores decibeles egóticos, quien ya ha desayunado con Oscar de la Renta en pleno Faubourg de Saint-Honoré y se ha dado maña de (en términos muy amistosos) reclamarle por ese vano y excesivo desfile de oropeles como es el mundo de la moda, que ha sobrevolado las extensiones de Pumalín en un ágil y moderno gran mata-piojos con un sofisticadamente rústico Doug de piloto, previo a toda la posterior explosión mediática, que ha, en fin -además- colaborado con su humilde pluma en distintos medios de prensa de cuatro o cinco países, no está dispuesto, entenderás, a destinar ni media carilla a referirse a los entretelones de la luna de miel de la ganadora del último reality ni a la pobre oferta programática de la televisión chilena. No. Prefiero mil veces salir por la costanera a pasear al perro, o, en su defecto, cruzar un par de palabras con la amable señora Lucy mientras me filetea con pasmosa habilidad un par de reinetas en su puestito en la caleta de pescadores.
Si ahora estoy aquí, si algo me animó a estarlo, fue la peregrina idea de, aprovechando los alcances de la web, rescatar ciertas materias, cierto stuff, que a mi me parece muy relevante y que, claro está, no recibe, a mi modo de ver, la suficiente atención por parte de la porción más letrada de la audiencia (mi porción, mi masa lectora de toda la vida, por cierto).
Por eso debuté con Don, mi genial viejo amigo, que fondeado en una parcela casablanquina sigue produciendo a ritmo silencioso y sostenido una de las obras más descollantes de estos tiempos. Por eso luego traté de abordar la figura de Maxi, el quejoso y talentoso -tápate los oídos Cervantes- Maxi, sin, lo admito, muy felices resultados.
Por eso -entiendo que mañana- saldrá finalmente publicada la primera de las encíclicas, el primer avance de ese gran Proto-Evangelio que mencioné en mi crónica de hace unos días. Este es un acontecimiento mayúsculo que merece ser anunciado con cierta efusión. Un material que perfectamente puede marcar un antes y un después.
Estén atentos...

1/12/09

¿Por quién vota Ud.?... ¡¡Lleve lápiz blanco!!, por Don Papay


Mi desencanto con el tema viene de largo, hasta convertirse en un "es" total. La guinda de mi torta la puso Lagos, con sus ademanes de gran estadista, legándonos un despelote que no sé como no hizo tambalear aún más a la Señora Bachelet, que a la postre ha resultado la más eficaz y sobria de "los Cuatro Amigos". Personalmente terminé por quedar en el descontinuado Limbo, que así y todo se encuentra lleno de personas como yo, espectadores perplejos de un espectáculo circense, cuyos principales payasos y señores Corales son los mismos… Un paréntesis: hace solo unos días, en una reunión internacional no recuerdo si en Paris o en Honduras, aparece un sujeto pequeño, con voz de pito, que fue vocero de Lagos, primero, y Embajador en España, después. Profesor de filosofía, así y todo asesoró a Gendarmería en el tema "Mentis Libertorum, Mentis Volatum" (basado en los principios básicos no recuerdo bien si de Aneximides o de Aneximandro) que en el fondo se refiere a "ser libre aun estando preso". Enano fresco, se embuchó unos cuantos milloncitos. Ante el bochorno... devolvió el vuelto, como si se tratara de un niño. Bueno pues, seguía asesorando gente o naciones, seguía mamando del Estado y nosotros ahí mirando. En la foto publicada en la prensa salía saludando a Kadafi!!! Para qué decir del Tejada, o Ajenjo, el viejo de los Ferrocarriles, sigue feliz en un todo-terreno Volvo del año; dicen que lo vieron de vacaciones al interior de Pucón, ese día se tiraría en benji, (aun cuando admitió que le daba "cosa"... Se dio valor con un Chivas, sin hielo). Ese sujeto, un rufián, filibustero de cuarta, lo primero que hizo fue vender los durmientes, aprovechando esta condición que le es tan propia a esas maderas. Viejo de mierda, ahí sigue feliz y contento. Finalmente, sólo para hacer un trío: El Director General de Enap, se comía a la secretaria, una chulita (rica sí, hay que admitirlo, un primo mío me dijo que tenia más poto que botella de Baily) Ella, ingeniera comercial de la Universidad Altos del Maule con un sueldo de seiscientas lucas, el tipo éste se embelesó y se lo subió (el sueldo) en dos tandas hasta llegar a once millones cuatrocientos mil, que fue su ultima liquidación, antes que la patada se oyera en Can-Cun, lugar del planeta donde ellos asistieron 14 veces "juntos" a ver asuntos relacionados con el preciado combustible (ver información en El Mostrador.cl)
Así las cosas, los políticos y sus políticas me colmaron, de puro pensar en Marcelo Shilling se me pone la carne de ciervo, pensar en Escalona, se me pone la carne de gallina y así sucesivamente.....
No obstante, siento que producto de nuestra docilidad, una cierta sobriedad y por lo fome que somos, el país en el macro corre por unos rieles relativamente correctos, hemos ido avanzando y prosperando con relativa regularidad. Por la pequeñez de la nación, no se requiere creo yo de Grandes Programas de Gobierno, hay como que seguir una senda trazada no sé por quién (este último período seguramente por el Ministro Velasco con sus cuentas azules). Pero lo importante, a mi modesto entender, es no destruir lo poco que tenemos, no poner el país patas para arriba porque sí, el diente y las muelas a la delincuencia, el esfuerzo a la creación de trabajo, la educación prioridad uno y algo que sea para la salud... El resto seguirá más o menos como va encaminado, las "Ofertas" programáticas no diferirán mucho de lo que ya conocemos, no hay mucho que hacer en términos de GRANDES cambios aquí... El resto es casi rayano en el libre albedrío. Tratar de ser más justos y solidarios, menos egoístas y un poco más compasivos. Esos son deseos, como los que tiene cualquier madrina para su ahijado.
Finalmente, amigo, por la derecha no voto por principio, además ellos no quieren gobernar en el fondo, en el fondo de los fondos, al igual que en sus hogares el "dirty work" es mejor que lo hagan otros. Los tra-ajadores, así sin "b", irían a la huelga como protesta por los días nublados....el empleador debería compensarlos con aquellos días con sol...o sea el despelote. Por otra parte, y esta si me pone los pelos de punta: un cierto fortalecimiento de los llamados "temas valóricos", entre los cuales destacan el oportunismo inmediato del clero con sus ojos blancos tratando de contabilizar las erecciones y en general la calentura del pueblo y acusarnos a nosotros que seremos por siempre pecadores y culpables por el error de dos adolescentes piluchos, que comieron manzana, mientras intercambiaban puntos con una serpiente!!! Lo otro, y esto es patético, cualquier persona con gorra y uniforme, se sentiría automáticamente respaldado, en forma incondicional, esto incluye a ascensoristas, conserjes, estacionadores de autos y bomberos. La derecha es y así no mas es. Para mi.
¿Diputados y senadores?...Ni siquiera me molesto en saber sus nombres. Ellos buscan trabajo, y esa es una actividad, a mi parecer, muy privada. Recuerdo mi nerviosismo en las oficinas del Banco de Ejecutivos de la Consultora Price-Waterhouse...como me frotaba las manos y me secaba la transpiración helada, esperando el resultado de mi postulación. Se iban ahí: la suerte de mi familia, mi casa, la educación de mis hijos, mi auto... Qué ganas que hubiese aparecido un tropel de personas desde el ascensor, con pancartas, coreando mi nombre : Papay Sí!!!! Otro NO...!!!! Papay es eficiente!!! Papay Cumple!!!! Nada de eso ocurrió y la pega me la gané solito... ¿Por qué habría yo de meterme a acompañar a uno de estos sujetos en su búsqueda de trabajo?
Personalmente mi voto de castigo a la infesta clase política es en esta oportunidad :"EN BLANCO". (¡¡Saramago me acompaña!!)
Tú y yo vivimos en una corbata. Chile es una corbata, según yo; sólo anhelaría que le hiciéramos un buen nudo y que no revolviéramos descuidadamente la sopa, para no mancharla.

28/11/09

Kisco y Kasco, investigadores

Kisco y Kasco: con los pelos parados, uno, y el otro peinado a la gomina (gel !!)
Investigan, intrusean, buscan por aquí y por acá, datos de todo tipo, buena música, conferencias geniales, recitales, comedia, jazz, teatro, circo, lo que venga en realidad, su misión según ellos es entretener y educar (parecen canal de la TV chilena) y por sobre todo pasar datos.
Intentan aparecer en este blog un mínimo de una vez a la semana y un máximo de tres.
Veamos qué nos traen en su debut. Ud. arriésguese y haga click… ellos harán clack..!!......Dos interesantes temas...

TEMA UNO: MEDITACIÓN
TEMA DOS: TED/CHARLA DE ISABEL ALLENDE

27/11/09

Desde el jardín, por Hervé Tusak


Podaba las rosas de mi jardín. La temprana tarde, con su coqueta brisa, invitaba a rodearse de crespones en plena floración y cardenales carne-de-perro. No falta a lo lejos, en esta época del año, el grupito de obreros en faenas de remodelación en cierta propiedad de acaudalados capitalinos, piñeristas acérrimos. Desde aquel punto de labores, entre martilleos dispares y estridencias de taladros a punto de fundirse, llegó a mis oídos la repetitiva melodía de Maná: un guitarreo bobo, un estribillo de fogata playera. Qué bien, pensé, cuando, tras el exitazo de los aztecas de hoy, se esparcieron las notas de otra tonadita muy en boga hace ya un par de décadas. No retuve su nombre ayer, menos lo retendré ahora. Santana, eso es todo, Carlitos Santana, como se refiere a él cierto amigo pelilargo adicto a los vinilos y los altavoces de medio millón de pesos. Me alegré: el vínculo propuesto entre los Maná y el setentero viejo de los mostachos me sonó a claro tributo, y esto siempre alegra. Entendí que en la para mí muy poco explorada familia del rock latino las nuevas figuras que ganan el favor actual de las audiencias reconocen a quienes han venido antes que ellos. Y eso es algo.
Santana estuvo en Chile no hace mucho, recordé. A fines de febrero, en el marco del Festival de la Canción de Viña, se paró durante interminables horas en el escenario y repartió bendiciones a diestra y siniestra, manejando un español rudimentario, plagado de entonaciones yanquis, con un acento indefinidamente centroamericano. Fue cálido Carlitos, lo reconozco, pese al farfulleo algo exasperante. Fue un gran show, al decir de muchos. Al menos su sorpresivo carisma como orador le hizo ganar fuertes aclamaciones.
De Chile a quién sabe donde. ¿Buenos Aires? ¿Río? Las Vegas, es lo más probable. De concierto en concierto. Sus buenos dólares en Viña, sus otros pocos al mes siguiente en cierto escenario de Arizona o Nuevo México. Siempre hay gente, lolos que envejecieron de golpe -como mi amigo pelilargo- dispuestos a pagar su entrada para escuchar los lánguidos acordes de su guitarrita fogatera.
La reflexión la hago por Maxi, que pinta, hace años pinta, y que el otro día (para variar) se me quejaba que sus cuadros no se venden lo suficiente. Claro, Carlitos Santana no tiene ese problema. Puede hacer sus recitales más o menos distanciadamente y siempre habrán sus pesitos esperándolo. ¿Es la música? ¿Su buena onda, su "paz hermanos y bendiciones, no soy mas que su servidor, me debo a ustedes mi público" lo que le brinda una acogida tan constante y recompensadora? Son preguntas que me hago mientras voy sacando y sacando cabezas secas de rosas. Maxi, por favor, deja ya de quejarte. Sé más como el viejito del mostachón, y si no puedes serlo -¿quién puede?- cambia de giro, la vida ofrece siempre un abanico abundante de posibilidades...
No quise ese día hablarle a Maxi de Hockney. De mis visitas a su atelier de Bridlington. De nuestras salidas espantosamente de amanecida para presenciar la caída de la primera luz solar sobre cierto macizo de árboles. De su mismo atelier de dimensiones insólitas, de su ya casi total sordera y sus sofisticados audífonos de última generación. ¿Para qué haberlo hecho? Yo mismo, sin necesidad de tener el caso del bueno de Maxi encima, hacía mis propias masticaciones internas en el tren de vuelta a Londres. Según Brad, amigo inglés en común, gran parte de ese éxito presente se debía a su condición de gay. Su racionamiento muy simple -¿la simpleza de los desesperados?- se sintetiza así: la gente, la sociedad siempre ha considerado que tener hijos es algo bueno, sino lo mejor, un acontecimiento medular dentro de la existencia de cualquier criatura humana. Y no, todo lo contrario. Los hijos sólo garantizan la ruina y bancarrota progresiva de los hombres, y por sobre todo, de los artistas. Y estos tipos, como el piola de David, tienen la mitad de la carrera asegurada por este simple hecho, de apartarse desde muy temprano de los cauces normales de la vida del procreador. Y dedicarse así 100% a sí mismos. Sin ningún, verdaderamente ningún elemento distractivo y/o desgastador a ultranza, como serían los hijos. De ahí florecen, echando mano, claro está, al propio capital de talentos personales.
No manejo la ficha como progenitor de Santana. Y de Maxi sí sé que tiene un hijo, fruto de una breve relación con una bailarina, que hoy tendrá unos diez años y al que ve a lo más seis a ocho veces por año. Dudo que este crío, de carácter muy dócil, signifique para mi atribulado amigo un motivo de preocupación mayor.
La vida es dura. Impone un sinnúmero de preguntas de díficil respuesta. Mejor vuelvo a mi jardín

María Cecilia Avendaño en BAC! 09


La décima edición del Festival de Arte Contemporáneo de Barcelona, BAC! 09, estará dedicado en su totalidad hacia la producción desarrollada en los últimos ciclos procesuales por artistas mujeres de todo el mundo. El BAC! se escapará de estereotipos para presentar una visión fresca, dinámica y movilizadora de la vinculación del género al mundo del arte, con el humor, la ironía y la divergencia como principales aportes dinamizadores, una buena instancia para disfrutar relecturas llevadas a sus límites, donde sólo ellas tienen el secreto, aquel otro entendimiento, donde roza la fragilidad con la fuerza, la maternidad con la vida y a su vez con la muerte, el amor con la sensualidad y la creación con la materia. Una nueva escritura, una noble versión, un acierto. Reflejando una nueva etapa en el arte. Sean muy bienvenidos. Y por supuesto, muy bienvenidas.

Maria Cecilia, representará a Chile en este evento. Expondrá sus trabajos durante todo el mes de Diciembre.

24/11/09

El Niño de la Trompeta, por Hervé Tusak


Llegar a Santiago después de una ausencia tan prolongada y encontrarse, por esas cosas de la vida, con Ripley: Semana de la Moda...

Atesoro las boletas, lo sé. Guardarlas todas en un sobre presurizado, directo de la Nasa, fue mi sueño, por años. Por suerte, como perfecto consuelo, me encontré con las nuevas, novísimas encíclicas, este nuevo evangelio de este santón entrañable que Revista Paula en edición de Semana Santa ha rescatado en un reportaje estupendo en páginas centrales.

Las fotos son abundantes, el megapixel de la alumna n°49 de Robin Edwards acierta de lleno. Vemos a este estupendo redactor -canalizador, en estricto rigor- con su cabellera plateada -verdadero vellocino resplandeciente que habría hecho caer en éxtasis a Dustin Fleming en sus años mozos- sonriente, ufano, con expresión de reposado vencedor. Bien vestido, como siempre, la Semana de la Moda no pudo haberse calendarizado mejor, para mi provecho: entré con apetito bestial al palacio del consumo, tras pocas pero intensas horas de siesta en el Marriott cercano, decidido a dar con el obsequio para mi querido amigo, regalón de los huérfanos de ChileWorks, las ex-Villa Maria Academy versión cannabis indica, en fin, de cada uno de los impenitentes suscriptores del National Geographic of the Inner Life. Eso, está casi de más decirlo, cualquiera lo sabe.

Lo que no se sabe -tanto, quiero decir- es que este viejo zorro, inspirado apóstol casablanquino ahora, tiene una debilidad especial por las chalinas de alpaca. Le llevé varias, aprovechando los encantadores contrasentidos de la liquidación. Partí a verlo, pues, y en el bus -punga, como siempre, pero casi limpio esta vez- me dediqué con mi tijeretita de punta roma a recortar las mejores ofertas anunciadas en LUN. Podía ser éste, pensé, otro buen regalo para Don, mi siempre recordado (y un poco raro) amigo. Entre las chalinas y el atadito de recortes presentados en un clip, la hago, quedo sobrado de cariño, convine, justo antes de bajarme de ese Pulmann de olor tan asqueroso.

Nunca pensé que el gran Don, acostumbrado y todo como me tenía a sus arranques excéntricos y geniales, sólo que muy pretéritos, iba a sorprenderme de la manera que lo hizo esta vez, para nuestro reencuentro tras ya un par de lustros: los caquis, los paltos, los hibiscos, todos florecían, el camino de tierra y peñascos enormes parecía calcado al de un cuadro no muy bueno de Onofre Jarpa. Todo hasta ahí OK. El estruendo neuronal vino justo después...

Hasta hace tan poco bien podría haber dicho: distinguí la figura de Don saludándome desde el alféizar. Esta vez no. La tarde era apenas calurosa (según mi perturbado termostato tras esa hora y quince dentro del fragante Pullman). Don vestía una camiseta blanca, sin mangas, de fino algodón, tal vez sin uso. Un colorido pañuelo de seda al cuello, lentes ligeramente pavonados de marco amarillo. Sospeché no sin asombro una rutina moderada pero sostenida con pesas: la severa curva del deltoides hablaba por sí sola. Sentado en una humilde sillita de palo, entre sus manos sostenía su trompeta regalona. Frente a sí, un muchachito menudo, pelo oscuro y tieso, cuello en V de chaleco azul marino recortando un corbatín casi negro que caía desde una barnabascollinesca camisa celeste. Doce años, como mucho. Avanzando lentamente por el jardín, sin que todavía ninguno de los dos se percatara de mi presencia, descubrí que el escolar hacía sonar su propia trompeta con desconcertante habilidad. Me detuve, semi parapetado tras un frondoso hibisco. Don escuchó atento durante minuto y medio la ejecución del chiquillo, hasta que, en un gesto para mí esplendoroso, llevó la boquilla de su trompeta hasta sus labios y lanzó su respuesta a la ecuación sonora propuesta por su imberbe partner. Se entabló un diálogo endemoniado. Uno y otro, uno y otro, los dos. Y así. Tac-tac-tac. Pam. Tac-tac-tac. Pom.

Música magnífica. Contagiosa. Espeluznante. Obligado a golpear con mi pie sobre el suelo de tierra, en ausencia de cualquier otro instrumento percusivo que acompañara a tan inspirado diálogo de trompetas. Don la hizo, nuevamente la hizo, me repetí moviendo la cabeza casi imperceptiblemente de lado en lado, al son de las últimas notas de aquella melodía espontánea. El paquetito con las chalinas pareció adquirir un peso incómodo. Paquetito blando, envuelto en papel con motivos escoseses, muy feo. Avancé, resuelto desde mi semi-escondite a deshacerme del regalo, y saludar como se merecía a mi amigo. Qué brillante recepción. ¿Estaba planeado?, me relampagueó la duda, asomando mi perturbada testa desde el parapeto del hibisco. Don me vio, al fin. Se puso de pie, en forma calmada pero inmediata. Je, je, nos sorprendiste jugando un poco con este muchacho, dijo, acomodándose los anteojos, casi tímido. Nos dimos un abrazo grande, golpeteado. Le entregué las chalinas. Ah, y esto, le dije, al tiempo que introducía una mano en el bolsillo de mi chaqueta en busca de los recortes. Don me agradeció, risueño. Me invitó a sentarme, me ofreció un vaso de jugo. ¿Has sabido de Apolo?, le pregunté, fuertemente desconcertado aún. ¿Apolo?, repitió Don, y se rascó entre las cejas con el dedo medio. Apolo Sánchez, de El Tabo, me apuré yo en aclarar, saliendo de golpe de mi embobamiento. Se hizo seminarista, agregué, rápido, para cerrar de una vez mi tan estúpido paréntesis.

Probé el jugo. Inspeccioné el resto del paisaje (mientras Don guardaba la trompeta en su estuche) ¿Y el niño? ¿Qué se había hecho del niño, el brillantísimo discípulo, el precoz solista de las mechas de clavo, el Miles mapuchino de los mocasines negros y el corbatín? Miré a Don en busca de una respuesta (ahora refregaba los vidrios de sus lentes con un borde de su camiseta.) En eso, casi justo frente a mí, se abre una ventana de la casa y se asoma el mocoso -el corbatín, el chalequito, la camisa celeste, todo en su sitio-. De un grito ansioso, exultante, casi alegre, nos anuncia:

-Vengan, vengan. ¡En la tele están repitiendo cuando se caen las Torres Gemelas!