30/6/14

Más allá del mausoleo del "Litoral de los Poetas", por Pablo Salinas

Mi amigo Roberto Pizarro recibe una invitación de Santiago para ir a hablar sobre su producción escultórica ante jóvenes estudiantes. Se le sugiere que aborde el tema de la identidad. Roberto, cómo no, se toma muy en serio dicha propuesta y, rascándose la barba con sus machacados dedos, me pide si podemos reflexionar juntos en torno a este asunto. Le interesa aclarar aspectos respecto a las señas que lo vinculan con lo local, con el territorio. Roberto lleva casi diez años viviendo en la provincia sanantonina -primero en El Quisco, ahora en Isla Negra- y desde un principio buscó el vínculo franco con lo nativo, los pescadores, los oriundos. Empaparse con el hálito de lo local, permearse a su influjo. Además, empleó mayoritariamente para sus obras el ciprés, madera que abunda en la zona.