10/10/20

"Los transgénicos han sido uno de los mayores desastres económicos de la historia". Ignacio Chapela, autoridad mundial en OGM

Por Pablo Salinas

Tras algo más de un año de tramitación, el miércoles 7 recién pasado el Ministerio de Agricultura argentino dio a conocer una medida que, casi desapercibida en Chile, puede terminar acarreando repercusiones de envergadura no solo a nivel nacional, sino a escala planetaria: la primera semilla de trigo intervenida genéticamente obtuvo luz verde para su comercialización. Bajo el nombre de HB4, este nuevo invento de la bioingeniería tiene -al menos- dos particularidades que merecen consignarse. Es el fruto del trabajo de un equipo de técnicos argentinos, liderado por Raquel Chan -bioquímica nacida en Buenos Aires en 1959 y formada en Israel- y, además, tiene como su punto de origen uno de los países más larga y fuertemente asociados a la agricultura en base a material genéticamente manipulado, como es la soya TH, diseminada en millones de hectáreas por los campos trasandinos.