Nació en República Democrática del Congo, se tituló como médico en  la Universidad de Kinshasa y posteriormente hizo dos posgrados, uno en  la Sorbonne parisina y otro en la U. de Ottawa. Pero el interés de  Jérôme Munyangi  ha sido siempre entregar su aporte como médico y  científico en su natal África. En 2011 fue reclutado por la Organización  Mundial de la Salud (OMS) como investigador para enfermedades  tropicales. Hoy, la misma OMS lo persigue. ¿Por qué? Sus estudios han  ido desde hace algunos años reforzando la evidencia de los poderes  curativos de la artemisia  y, de la mano, subrayando en la urgencia de  producir en África medicamentos para los africanos y dejar, de esa  manera, de depender del monopolio de las farmacéuticas transnacionales.  Los efectos preventivos de esta planta contra la malaria obtuvieron un  respaldo mundial y definitivo en 2015 cuando la china Tu Youyou  obtuvo  el Nobel por su descubrimiento de la artemisinina, compuesto que ha  ayudado a salvar la...
Desde el litoral