Por Pablo Salinas La semana pasada, visito Talca . Tras los pasos del Abate Molina , figura mayor de nuestra cultura nacional. En rigor, el oriundo de Villa Alegre, pocos kilómetros al sur de la ciudad, se levanta como un caso harto singular; su contribución al fomento del cultivo de las ciencias lo ubica en una primerísima línea no solo dentro de la escena limitada por los márgenes de nuestras fronteras, sino mucho más allá, derechamente dentro de la escena global iberoamericana. Cuestión que no creo que, todavía, a casi dos siglos de su desaparición física, hayamos atrapado a cabalidad. Desde muy joven, mediados del siglo XVIII, Molina se vuelca a la observación acuciosa de la naturaleza, cuando nadie por estos pagos lo hacía. Forzado al exilio, como jesuita, se radica en Bolonia , donde escribe los textos que le dan renombre por toda Europa, al punto de convertirse en el primer americano en ser admitido en la prestigiosa Academia de las Ciencias boloñesa. Su figura, por ci...
Por Pablo Salinas Su caso no fue, por cierto, el de un artista incomprendido. Al contrario, el fotógrafo Sergio Larraín alcanzó en vida un reconocimiento pleno, incluso rutilante, al punto que ya antes de cumplir 30 la prestigiosa agencia Magnum lo enroló entre sus filas y sus fotos eran codiciadas por las principales publicaciones del planeta. Su carrera no fue larga, por opción personal; en ningún caso, porque la musa lo haya abandonado o la crítica dado la espalda. El hecho es que, tras su muerte, hace más de una década, la fama no lo abandona y, más bien, se acrecienta. Hoy, Larraín es el referente máximo de la fotografía chilena, inspira novelas y documentales y se le sigue estudiando desde distintos frentes con avidez y pasión. Dejó, como todo artista, obra que, por diversas razones, no llegó a circular públicamente. Material de calidad que enriquece y complementa el perfil del creador desaparecido. A inicios de la década de 1980, cuando ya se había desligado de Magn...