El manipuleo por parte de las élites o grupos de poder se manifiesta  en cada uno de los campos del quehacer de la plebe: a nivel político,  religioso, informativo, alimentario... En una palabra, la estrategia  consiste en moldear hábitos, dirigir conciencias, diseñar "opiniones  públicas". Los más avispados entenderán fácil que esta pelea se libra  netamente en el campo de ese asunto que conocemos como "cultura". Así  como se atienden con un de sobra conocido énfasis aspectos culturalmente  más cotidianos, vulgares, populares -televisión, vida de mall, culto  exagerado al fútbol-, tampoco se descuidan los aspectos menos masivos,  más restringidos y marginales, de, digamos, la "alta cultura": las  artes. Para eso están los premios. Nada mejor para concentrar en trance  hipnótico la atención de la plebe que hacer caer desde las alturas una  luz dorada sobre determinada figura.   
Desde el litoral